Capítulo 7: Tiempo de venganza
La Sucesión de Fernando VII
Por: Carmen Herranz
Podemos decir que el siglo XIX fue un momento muy convulso para la historia de España, en donde se suceden guerras y revueltas de forma casi continua debido a los intereses de Sucesión y de la instauración del liberalismo. A ello se suma la progresiva pérdida de las colonias trasatlánticas y el continuo empobrecimiento de la población y del Estado que conllevó la toma de medidas tales como las desamortizaciones.
Pero vamos a centrarnos en el problema de sucesión de Fernando VII que derivó en las guerras carlistas.
Como ya sabemos, la llegada de Fernando VII supuso la reinstauración del Absolutismo y con ello la instauración de la Ley Sálica, por la cual sólo los varones podían acceder al trono, al cual optaba el hermano del rey, el infante Carlos. Sin embargo, en 1830 ante el embarazo de la reina, el rey publica la Pragmática Sanción por la cual si María Cristina daba a luz a una niña esta podría suceder al monarca.
La muerte del monarca en septiembre de ese mismo año, tuvo como consecuencia el inicio de la regencia de María Cristina durante la minoría de Isabel. Al mes siguiente, el infante Carlos publica el manifiesto de Abrantes por el cual se niega a reconocer a Isabel como sucesora. Ese mismo mes de octubre comienzan las insurrecciones carlistas tomando como focos principales: País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo-zonas de fueros medievales que temían perder con la llegada de los liberales-. En este momento encontramos fuerzas opuestas: La lucha entre el Antiguo Régimen -abanderado por los carlistas- apoyado por las zonas rurales y la Iglesia (ya que éstos temían perder su poder y sus tierras en manos de los liberales) y el Liberalismo-abanderado por los isabelinos-apoyado por los burgueses y liberales exiliados durante el reinado de Fernando VII.
La Primera de las Guerras Carlistas comenzó con la sublevación norte concretamente en el País Vasco-Navarra y el Pirineo bajo las órdenes del general Zumalacárregui y el Maestrazgo por el general Cabrera. A pesar de la tardía reacción de los liberales estos últimos contaron con el apoyo exterior de Portugal, Francia y Gran Bretaña mientras que, los carlistas se quedaron esperando la ayuda de Austria, Prusia y Rusia.
La guerra finaliza en agosto de 1839 con el denominado Abrazo de Vergara. Ello supuso la implantación del sistema liberal y del reconocimiento de Isabel como reina.
La regente María Cristina no sólo tuvo que hacer frente a este problema sucesorio, en 1840, estalla una revolución que retira a los moderados del poder dando paso a los progresistas dirigidos por Espartero. Comienza así la regencia del general que estuvo llena de pronunciamientos y conflictos con los moderados hasta que en 1843 cae y se decide dar la mayoría de edad a Isabel II que contaba con sólo doce años. Ello implicó el regreso de María Cristina del exilio, momento reflejado en la serie, y el comienzo de la denominada Década Moderada.
REFERENCIAS:
El «Mal español»
Por: Patricia Á. Casal
En un momento del capítulo Salvador dice que algunos llamaban el “mal español” a la sífilis, pero que el mal español realmente era la impuntualidad. Pues bien, ¿por qué se llamó “mal español” a esta enfermedad?
La sífilis es una infección de transmisión sexual crónica. Las teorías hablan de que fue la tripulación de Cristobal Colón la culpable de que se introdujera en Europa proveniente de las Indias. Esta enfermedad barrió Europa produciendo tasas de morbilidad y mortalidad elevadísimas.
Históricamente ha recibido un gran número de acepciones, según se llevasen de bien con sus vecinos: en España era conocida como «mal caribeño», «mal francés» y «mal portugués»; en Italia, Portugal y Países Bajos la culpa era de los españoles: «sarna española», «mal español» y «enfermedad española» respectivamente. Para los turcos era una «enfermedad cristiana»
María Cristina, su canción y la palabra guiri
María Cristina me quiere gobernar,
y yo le sigo, le sigo la corriente
porque no quiero que diga la gente
que María Cristina me quiere gobernar
Nos tenemos que ir hasta la primera guerra carlista para encontrar el supuesto origen de esta coplilla.
María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, hija de Francisco I de las Dos Sicilias rey de las Dos Sicilias entre 1825 y 1830 y la infanta María Isabel de Borbón hija de Carlos IV de España. Sus padres la casaron con su tío Fernando VII, convirtiéndose así en reina de España. De este matrimonio nace Isabel II que pierde a su padre en 1833 con solo 3 años de edad.
María Cristina se casa con el sargento de su guardia de corps, Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, el mismo año en el que se queda viuda. Esta relación no fue bien vista por la sociedad de la época y se cree que fue aquí cuando nació esta canción popular. No se sabe a ciencia cierta si se cantaba para reírse de Agustín Fernández Muñoz, si la cantaban los Carlistas para burlarse de la Reina o los liberales para meterse con los carlistas. Lo que sí se sabe es que fueron los exiliados españoles en Cuba los que la hicieron popular y fue grabada con unas estrofas nuevas por el cantautor cubano Ñico Saquito (Benito Antonio Fernández Ortiz) en los años 30 del siglo XX, convirtiéndose en una de las coplas más conocidas de la música cubana. En España se volvería a escuchar esta canción ya en la década de los 50.
Como bien indica Ernesto en este capítulo, María Cristina estuvo exiliada mientras su hija gobernaba en España con Baldomero Espartero como regente. Salió del país el 17 de octubre de 1840 y se trasladó a Roma, en donde por el aquel entonces el papa Gregorio XVI le dio la bendición a su matrimonio morganático. Se instaló en París y desde allí luchó contra el gobierno esparterista hasta su derrocamiento y posterior nombramiento de su hija a sus 13 años como la reina Isabel II.
En febrero de 1844 volvió a Madrid (aunque se volvería a ir durante un breve periodo de tiempo en 1847) y se instaló en el palacio de las Rejas, desde donde intentó controlar la política de su hija. Este momento es en el que se produce la visita de Cristina y sus hijas al Ministerio del Tiempo.
¿De dónde viene la palabra guiri y que tiene que ver con María Cristina?
En la obra de Pérez Galdós «Zumalacárregui» (1898) aparece repetidamente la palabra guiri, nombre con que, durante las guerras civiles del siglo XIX, designaban los carlistas a los partidarios de la reina Cristina, y después a todos los liberales, y en especial a los soldados del gobierno.
La palabra guiri que actualmente designa en lenguaje coloquial de España a los turistas extranjeros, especialmente si no hablan nuestra lengua, tiene como origen a los carlistas vascoparlantes que llamaban a los cristinos (de la reina Cristina): guiristinos (además, que en vasco ya existía la palabra guiristino con el significado de ‘cristiano’).
Bibliografía
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