Biblia de Gutenberg: la primera obra salida de imprenta

Johannes Gensfleisch zur Laden zum Gutenberg nació en Maguncia –Alemania- alrededor del 1400 y murió arruinado en esa misma ciudad en 1468. Aunque se le reconoce como el inventor de la imprenta moderna, se trata de un personaje bastante misterioso debido a que son pocos los datos incuestionables que existen sobre su vida.

Se sabe que este orfebre alemán, hijo de un comerciante y la hija de un tendero, prefirió utilizar Gutenberg como apellido en lugar de Gensfleisch – que en dialecto alemán renano tiene semejanza o incluso significa <<carne de ganso>>- y fue un gran conocedor del arte de la fundición de oro. Trabajó durante una década como platero en Estrasburgo y es poco más lo que se sabe de él hasta llegada la década de 1430, momento en que se vio envuelto en un pleito interpuesto contra su persona por incumplimiento de una promesa [1].

La invención de la imprenta de tipos móviles fue todo un conjunto de innovaciones además de un cúmulo de circunstancias que convergieron entre sí para dar lugar a su nacimiento:

• Nos encontramos en la Alemania de mediados del siglo XV, una época en la que la demanda de libros iba en aumento porque la erudición humanista y la propagación de las universidades crearon un mercado más amplio para los libros, tanto entre las élites intelectuales laicas como religiosas. El surgimiento de las ciudades y los núcleos comerciales creó un gran mercado de consumo de material impreso de manos de instituciones jurídicas, administrativas y clericales.
• En cuanto al conjunto de innovaciones, tuvieron que crearse antes los moldes o matrices y, a partir de estos, forjarse los caracteres metálicos. La industria del metal había experimentado avances significativos en Alemania por lo que las condiciones fueron óptimas para favorecer los intentos de Gutenberg de forjar los tipos móviles. Por otro lado, tuvo además que perfeccionarse la fórmula de una tinta indeleble y más tarde, diseñar y fabricar la prensa de mano. Es decir, la imprenta no surgió como un único invento aislado sino que tuvieron que darse otras innovaciones antes de llegar a «la máquina» que todos tenemos en mente. 

¿Por qué es tan importante la creación de la imprenta?

Aunque algunos aspectos de la producción del libro se mantuvieron durante un tiempo igual que en la era de los scriptoria, la imprenta aceleró la producción del libro, hizo más asequible su mercado y condujo a la estandarización de las principales lenguas de Europa.

Por ejemplo, mientras un escriba habría tardado tres años en producir una sola copia de la llamada Biblia de Gutenberg, en ese mismo tiempo se consiguieron con la imprenta 180 -150 en papel y 30 sobre vellum-.

La impresión con tipos móviles metálicos dio origen al libro moderno aunque los primeros incunables [2] se asemejaban a los códices existentes de la época y las páginas salidas de imprenta no llevaban paginación, títulos destacados u otros elementos de los libros que conocemos en la actualidad. Muchos de esos elementos -letras capitales, ilustraciones, grabados- se hacían a mano, lo que hacía a cada copia única por sus propias diferencias. Otros elementos como la paginación se dejaban para que el comprador del libro la agregara por su propia mano.

Gracias a ella, surgieron también numerosos oficios dedicados al libro: fabricantes de papel, diseñadores de caracteres metálicos, impresores o encuadernadores entre otros. Un taller de imprenta podía necesitar fuentes en latín y griego además de en lengua vernácula, y probablemente también en hebreo si imprimía biblias multilingües. El trabajo de troquelar y hacer las matrices con las que se formaban los caracteres de metal era especializado y muy laborioso.

El maestro impresor del siglo XVI debía ser diestro en múltiples labores. Además de impresor, era también librero, empresario, capitalista, indexador y traductor familiarizado con varias lenguas, así como corrector y editor. Debía tener buena relación con eminentes eruditos por un lado, y con ricos mecenas y gobernantes por otro. Su especial contribución a la vida intelectual no debía subestimarse.

Antes de la llegada de la imprenta, no existía un gran mercado europeo para los tratados científicos pero esta nueva tecnología cambió el modo en que se transmitió el saber científico. Por un lado, permitió reproducir diagramas, mapas, dibujos anatómicos y representaciones de flora y fauna de un modo preciso -al comienzo del uso de la imprenta, las ilustraciones en forma de grabados hechos a mano se deterioraban con el uso repetitivo pero más adelante, con el desarrollo de las planchas grabadas de metal, la información visual precisa se hizo mucho más duradera-.

Todo esto fue un proceso lento y los errores de los impresores solían contribuir a la propagación de datos falsos -en la obra de Galileo, Sidereus nuncius, publicada en Venecia en 1610, las imágenes de la superficie lunar se imprimieron al revés-.

Pero también hizo más accesibles los libros a los eruditos y permitió a los investigadores consultar textos antiguos. Fue gracias a la imprenta, que un mayor número de personas pudiera acceder al conocimiento escrito, lo que dio lugar a inestimables transformaciones culturales y sociales.

Por ello tuvo, a pesar de todo lo anterior -o como consecuencia de ello- muchos detractores que temían la propagación de mentiras y la incitación a la subversión. A sus ojos, la imprenta tenía el poder de corromper a los lectores sin criterio y propagar más que nunca la herejía.

Curiosamente, sin embargo, en los primeros días de la imprenta la Iglesia católica fue el mayor cliente y suministrador de contenido.

Polémica sobre la imprenta: ¿se creó en Europa o Asia?

A pesar del reconocimiento actual y a pesar de lo que os he contado antes, Gutenberg no fue el inventor de los tipos móviles. La impresión xilográfica en tallas de madera -a veces llevada a cabo con tipos móviles- ya se usaba en China en el siglo XI y en Corea en el XIII. Doscientos años antes del invento de Gutenberg, los coreanos habían producido los que serían probablemente los primeros carcteres móviles de metal, pero el uso de dicha tecnología no se propagó en Asia oriental. En China, por ejemplo, la impresión en serie no era una prioridad puesto que no había entonces un mercado para los libros fuera del palacio del emperador.

Aunque la imprenta apareció primero en Asia, fue en Europa donde tuvo amplias repercusiones sociales y culturales, y la imprenta propiamente dicha fue un invento occidental. Gutenberg desconocía los logros de los coreanos, así que podría decirse que, con su propio esfuerzo, reinventó la imprenta en Europa.

Reinventó o incluso podría decirse que perfeccionó las técnicas que ya existían antes, incluso en Europa. ¿Por qué digo esto? Porque ya a comienzos del siglo XV se imprimían naipes y estampas con motivos religiosos; impresiones que se llevaban a cabo mediante la aplicación de una plancha de madera grabada y embadurnada con tinta grasa sobre papel o pergamino. Gutenberg habría sustituido la madera por el metal y fabricó moldes de fundición capaces de reproducir tipos metálicos regulares que permitieron la composición de textos.

La Biblia de Gutenberg o de 42 líneas.

Se trata de una edición de la Vulgata [3] por lo que se trata de un texto de carácter religioso cuya importancia radica en ser considerado el primer libro impreso mediante tipos móviles. Es el primer libro impreso mediante tecnología y no hecho a mano por monjes copistas o iluminadores, como se había venido haciendo hasta el momento.

Algunas fuentes creen que el verdadero libro que salió por primera vez de una imprenta fue el Misal de Constanza, realizado en 1449-1450 a modo de ensayo y antes que la B-42 o Biblia de Gutenberg. Sin embargo, si los expertos consideraron a la Biblia como el primero a todos los efectos y posee el honor de ser el icono que simboliza el comienzo de la <<Edad de la Imprenta>>, sus razones tendrían. En cualquier caso, atendiendo a los matices sobre impresión con planchas de madera, imprentas existentes en Asia u obras creadas a modo de prueba y error, desde luego el debate está servido.

Probablemente comenzó a imprimirse en Maguncia a mediados de la década de 1450 y su composición e impresión duró más de dos años. El libro -la mayoría de ejemplares- se divide en dos tomos y está compuesto por un texto a dos columnas sin separación de párrafos. Cada ejemplar cuenta con unas 1280 páginas y cada una de ellas se ilustró y rubricó por separado – las letras mayúsculas, por ejemplo, se retocaron a mano-.

Los expertos conocen la Biblia de Gutenberg como <<B-42>> por sus cuarenta y dos líneas por página -aunque Gutenberg la comenzó con solo cuarenta, amplió a cuarenta y dos a partir de la página once, probablemente para economizar papel, material muy caro entonces y que podía llegar a suponer la mitad del precio del libro-.

Hoy en día son pocos los ejemplares que quedan de aquella tirada. Según datos de 2009, eran menos de 49 los ejemplares que quedaban y de ellos, menos de la mitad estaban completos. El país con mayor número de ejemplares completos es Reino Unido, con un total de siete Biblias -repartidos entre la British Library quien posee dos de ellas, las universidades de Cambridge, Oxford, la biblioteca nacional de Edimburgo, en Manchester y Eton -. En España podemos visitar dos, en Burgos y en Sevilla, aunque solo está completa la de Burgos.

[1] Todo el proceso de producción exigía tiempo, trabajo en equipo e inversión. Por ello Gutenberg se asoció y obtuvo el respaldo económico de los inversores Johann Fust y Peter Schöffer. Sin embargo, terminó ahogándose en deudas y tuvo que renunciar a la propiedad de su taller en favor de su socio Fust.

[2] Es todo aquel libro impreso tras la creación de la imprenta de tipos móviles de Gutenberg en torno a 1450 y hasta 1500.

[3] Traducción de la Biblia hebrea y griega al latín, realizada a finales del siglo IV por Jerónimo -San Jerónimo- de Estridón. Más información en Wikipedia.

Bibliografía

LYONS, Martyn. Libros: dos mil años de historia ilustrada. Madrid: Lunwerg, 2011.

MATEO, María Elena. La biblia de Gutenberg. En: Libros (23 de febrero 2005) El documentalista enredado. Recuperado en: http://www.documentalistaenredado.net/140/la-biblia-de-gutenberg/ (Consulta: 12 de marzo de 2016)

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GODINO CUETO, Irene. «Biblia de Gutenberg: la primera obra salida de imprenta» (14 de marzo de 2016) Historia 2.0 [Blog]. Recuperado en: http://historiadospuntocero.com/investigacion_historica/  [Consulta: fecha en que hayas accedido a esta entrada]