La India tiene miles de templos, pero hoy os hablaremos en concreto de doce de ellos con una cosa en común: todos están dedicados a un pene. Vamos a explicarlo mejor y, dada la complejidad del hinduismo, trataremos de ceñirnos a nuestra historia y simplificar al máximo. Nuestro protagonista, el “propietario” —aunque no sería la palabra correcta, luego veremos por qué— del mencionado falo, es un dios sobradamente conocido: Shiva.

 

SHIVA, EL DIOS DE LOS 1008 NOMBRES, Y SU LINGA

Nos suele sonar “el destructor”, pero tiene otros 1007 nombres más relacionados con sus distintos atributos o avatares. Y es que estamos ante uno de los tres dioses más importantes del hinduismo, junto con Brahma y Vishnu. Los tres conforman una “trinidad” (trimurti) y, mientras que Shiva tiene el papel de destructor, Brahma lo tiene de creador y Vishnu de preservador. Este trío ha sido el principal del panteón desde el primer milenio d. C., fecha en que se escribieron los primeros textos sagrados que se refieren a ellos como tal: los puranas. Pero dentro del hinduismo existen diferentes ramas que consideran a uno o a otro como el principal dentro de la tríada. En este caso, el shivaísmo mantiene que Shiva es el dios supremo, por encima de Brahma y Vishnu.

Es esta vertiente la que cuenta que, un día, Brahma y Vishnu estaba discutiendo acerca de cuál de los dos era más poderoso. Shiva se presentó entonces como una gran columna luminosa y pidió a ambos dioses que encontraran el final. Ninguno de los dos pudo hacerlo, es decir, demostró elegantemente que el más poderoso era él. Esta columna se denomina jyotirlinga, que textualmente significa “jyotir”= luz y “linga”= falo. Por eso, Shiva es comúnmente adorado de dos formas principales: la humana, que incluye sus múltiples avatares, y la fálica. Ésta se representa como una pequeña columna de piedra y simboliza la energía masculina —no la fertilidad, como podría parecer—, siendo el objeto principal de veneración en los templos. Es importante recalcar que el objeto de la adoración no es el linga en sí, sino Shiva a través de su símbolo. Siguiendo el dualismo que marca muchas de las creencias orientales, se representa semienterrado en el ioni, el equivalente femenino cuya forma representa una vagina —la energía femenina—.

Combinación de linga y ioni

Los templos en los que se lo adora bajo la forma fálica son los jyotirlingas. Originalmente, estos lugares eran sesenta y cuatro, pero en la actualidad son doce los considerados verdaderamente sagrados. Según el shivaísmo, si recitas los nombres de todos por la mañana y por la noche, se perdonarán tus pecados y los de tus vidas anteriores. Además del linga en sí, cada uno se relaciona con una de las facetas del dios asociada con la leyenda del lugar, en el ellos el dios reside para siempre. Como no podía ser de otra manera, en ocasiones encontramos disputas sobre qué templo es el jyotirlinga original, así como diferentes historias acerca del mismo. En este artículo hablaremos de las versiones recogidas en el texto sagrado del Shiva Purana. Harían falta varios artículos más para poder abarcar otras versiones o hablar de los propios templos en sí, ya que, aunque ningún edificio actual se remonta a los tiempos del mito, no están exentos de historia y arte.

 

SOMNATH

Daksha, uno de los dioses creadores, tenía 60 hijas. De éstas, 27 estaban casadas con Chandra, el dios de la luna.

Sin embargo, Chandra quería a una de ellas por encima de todas: a Rohini. Las demás se sentían desatendidas y se quejaron ante su padre, que advirtió a Chandra que las tratara a todas por igual. Como el dios de la luna continuó favoreciendo solo a su amada, Daksha se enfadó y lo maldijo con desvanecerse poco a poco. Cuando Chandra vio cómo su brillo empezaba a menguar, se puso nervioso y pidió consejo a Brahma. Él le dijo que solo Shiva podría ayudarlo, así que fue a la orilla del río Saraswati, hizo un linga y adoró a Shiva a través de éste durante seis meses seguidos. Cuando Shiva apareció y Chandra le contó su problema, el primero le dijo que no podía deshacer la maldición de su suegro, pero sí modificarla para que después de desaparecer, volviera a crecer.

Podemos visitar el precioso templo de Somnath en la localidad de Veraval, en la costa del mar arábigo.

 

MALLIKARJUNA

La historia dice que Kartikeya, hijo de Shiva y su esposa Parvati, se enfadó cuando sus padres permitieron casarse primero a su hermano Ganesha. Decidió entonces dejar de vivir con su familia en el monte Kailash y trasladarse al monte Kraunch. Sus padres, especialmente su madre, muy apenada por la marcha de su hijo, intentó convencerlo para que volviera, pero sin éxito. Incluso cuando ambos fueron a visitarle, Kartikeya reaccionó con evasivas y sin querer acercarse a ellos. Entonces, Shiva y Parvati se trasladaron a vivir a un lugar cercano para tener más oportunidad de ver a su hijo e intentar recuperarlo. Con el tiempo, los devotos de Shiva convirtieron este lugar en sagrado y lo adoraron en el templo de Mallikarjuna.

También se llama Srisailam por la ciudad en la que se ubica, junto al río Krishna y una reserva de tigres.

MAHAKALESHWAR

Se sitúa en la actual ciudad de Ujjain, que antiguamente se llamaba Avanti. En ella vivía el sacerdote (brahmán) Vedpriya con sus cuatro hijos. En una colina cercana vivía un demonio[1] llamado Dooshana, que sentía aversión por los dictados de los Vedas[2] y por sus devotos. Por eso, se dedicó a acabar con ellos allá donde pudiera. Un día escuchó hablar de Vedpriya y sus hijos y manifestó su intención de dirigirse a Avanti para matarlos. Para entonces el sacerdote ya había muerto, pero sus hijos no se pusieron nerviosos ante la amenaza y continuaron adorando a Shiva. El día que Dooshana atacó con su horda, un pozo se abrió frente al linga y de él salió el dios en su apariencia más terrible. Incineró al demonio con su mirada y lo redujo a cenizas. Ante eso, el resto de la horda entró en pánico y huyó mientras los cuatro hermanos cantaban himnos para calmar a Shiva.

El templo tiene una peculiaridad única, que es su orientación hacia el sur. Por su parte, la ciudad de Ujjain es antiquísima y con importantes festivales religiosos. Los mitos en los que aparece se remontan al VII a.C. y era conocida por otras culturas como griegos y romanos.

 

OMKARESHWAR

Narada, un sabio con acceso a todo el universo, decidió visitar los montes Vindhya[3]. Éstos lo recibieron en forma humana, dándole una cálida y hospitalaria bienvenida y ofreciéndole deliciosa comida y bebida. El sabio admiró todos estos productos, y la montaña le dijo que no eran nada en comparación a todas las maravillas que poseía. Narada, sin embargo, replicó que el monte Meru⁴[4] era superior por ser la morada de los dioses. Entonces, Vindhya rezó a Shiva para que permaneciese siempre allí y así poder equipararse al monte Meru. El dios concedió su deseo y está presente en el templo de Omkareshwar, que representa la sílaba sagrada de Shiva: “Om”.

El templo se sitúa en una pequeña isla en medio del río Narmada, cuya forma dicen que recuerda al símbolo Om.

 

KEDARNATH

Dos sabios llamados Nara y Narayana, encarnaciones del dios Vishnu, rezaron a Shiva en una ermita cerca de la montaña Kedarnath, en el Himalaya. Cuando el dios se apareció, les dijo que no entendía por qué le rezaban a él, si ellos mismos tenían suficiente estatus como para ser venerados. Aun así, en compensación por el tiempo que habían pasado rezándole, Shiva les ofreció establecer allí un vínculo con él. Otra versión relaciona esta oración de los sabios sin aparente sentido con los Pandavas, los cinco hijos del rey Pandu, que pidieron la presencia de Shiva en este lugar para expiar sus pecados.

Este templo es el más alto en latitud y altitud. Está situado cerca de un glaciar y solo es accesible en verano. No se sabe exactamente la fecha de su construcción, pero sí que es muy antiguo. Como dato, en 2013 sufrió una inundación, y posterior corrimiento de tierras, catastrófica, que no dañó el templo, pero arrasó el pueblo por completo.

 

BHIMASHANKAR

En los montes Sahyadri vivía una mujer demonio llamada Karkati con su hijo Bhim. Cuando éste creció y le preguntó acerca de su padre, Karkati le contó que era Kumbhakarana, hermano del rey demonio Ravana, y que Rama⁵[5] lo asesinó cuando él era pequeño. La intención de su esposo era llevarlos a Sri Lanka, donde tenían su reino, pero al morir, se quedaron sin sitio al que ir. Bhim culpó a Vishnú, de quien Rama era encarnación, por la muerte de su padre y por estar confinado en esa jungla a causa de eso. Rezó a Brahma para que le concediera fuerza, y cuando el dios lo hizo, dirigió su rencor hacia los devotos de Vishnu. Pensó que eso forzaría al dios a aparecerse ante él. Su primer objetivo fue el rey de Kama, a quien confinó en una cárcel junto a su mujer mientras se apoderaba de su reino. En esta cárcel, el rey y su esposa fabricaron un linga y empezaron a rezar a Shiva. Los guardias avisaron de esto a Bhim, que decidió matarlos. Cuando entró en la celda y atacó con su espada, Shiva surgió del linga y la repelió con su tridente. Después mató a Bhim, para gran alegría de los dioses por que hubiera un demonio menos, y permaneció siempre en ese lugar.

Otra versión es la de que el río Bhima, que nace allí, es el sudor de Shiva originado tras la batalla contra el demonio Tripura. Es una historia muy interesante, pero, como hemos dicho al principio, nos ceñiremos a las del Shiva Purana.

Lo más destacable es el marco natural en el que se encuentra el templo de Bhimashankar, en plenos montes Sahyadri; la cordillera que bordea el oeste de la meseta india.

 

KASHI VISHWANATH

Es el más importante de todos, ya que se encuentra en una de las ciudades más antiguas y sagradas del mundo: Varanasi. La historia dice que, en una ocasión en que Shiva y Parvati fueron a visitar a Brahma, este empezó a cantar alabanzas para Shiva con sus cuatro bocas, pero una de ellas se equivocó y pronunció mal. Shiva se enfadó mucho por ello y le cortó la cabeza. Pero como dañar a Brahma era como hacerlo a un brahmán, y eso era un delito, Shiva tuvo que cargar con la cabeza cortada a su espalda como castigo. Pero cuando llegó a orillas del Ganges, la cabeza se cayó sola y se dio cuenta de que ese sitio era especial. Allí fundó la ciudad, cuyo nombre original era Kashi, y permaneció allí para siempre en la forma de Vishwanatha, que significa “el que gobierna el universo”. Al final de cada era, cuando el universo se destruye y vuelve a nacer, Shiva sostiene la ciudad en la punta de su tridente y la protege mientras todo muere a su alrededor.

Varanasi es la ciudad del Ganges; La Meca del hinduismo. Existen muchas creencias sobre el efecto divino sobre la ciudad, pero la más importante es la de que si mueres en ella, te liberas del ciclo de reencarnaciones. En cuanto al templo, es el único que no se puede fotografiar, y en el que está vetado el turismo. Solo pueden acceder a él los hinduístas. Además, está emplazado junto a una importante mezquita construida en el lugar original donde se encontraba antiguamente el jyotirlinga. Existe una relación de gran hostilidad entre los radicales de ambas comunidades religiosas.

 

TRIMBAKESHWAR

Otra historia estrechamente relacionada con un río: el Godavari, uno de los siete ríos sagrados de la India. En este caso, la historia trata sobre el sabio Gautama y su esposa Ahilya. En el lugar en el que vivían ocurrió una terrible sequía que causó la muerte de mucha gente. La pareja rezó a Varuna, el dios de las aguas. Éste se apareció y les dijo que no podía hacer que lloviera, que necesitaban pedírselo a alguien con más poder, pero les permitió crear un estanque. Con el tiempo, otros sabios y sus familias fueron a vivir allí y a usar el agua del estanque, hasta el punto en que sus mujeres molestaban a Ahilya para que no cogiera agua. Ella las ignoró y éstas se quejaron a sus maridos diciendo que la pareja era malvada y egoísta. Los sabios rezaron entonces a Ganesha para que echaran a Gautama y su mujer del estanque que ellos mismos habían creado. El dios vio que esto era injusto, pero aun así accedió a concederles la petición pensando que sería un castigo para esa gente. Ganesha tomó la forma de una vaca y empezó a comerse la cosecha de Gautama. Cuando el sabio quiso espantarla con una brizna de hierba, la vaca, débil y hambrienta, murió. El delito de matar a una vaca era terrible y los otros sabios tuvieron su excusa para desterrarlo. Le advirtieron que solo podía expiar su pecado dando la vuelta a la tierra y luego realizando la penitencia más agotadora durante un mes. Tras eso, debería rodear la montaña Brahmaparvata, donde habían transcurrido los acontecimientos, cien veces. Así lo hicieron mientras rezaban a Shiva, y cuando terminaron y éste se apareció, le pidieron que el Ganges pasara cerca de su ermita para poder limpiar sus pecados. Shiva les dio el Godavari, que tenía la misma cualidad expiadora y para ello requería su presencia eterna en él. A los demás sabios los perdono tras la insistencia de Gautama y Ahilya, pero no antes de que dieran las cien vueltas a la montaña.

 

VAIDYANATH

El demonio Ravana, rey de Sri Lanka, era muy devoto de Shiva. Fue hasta el monte Kailash, donde vivía el dios en el Himalaya, y rezó para que se apareciera, pero no lo hizo. Lo intentó varias veces y de diferentes formas, pero Shiva no se aparecía. Desesperado, hizo un fuego y empezó a quemar sus cabezas (tenía diez). Cuando llevaba nueve, Shiva por fin se apareció. Ravana le pidió que le curara las cabezas y lo hiciera el más fuerte del mundo mortal. Además, quería llevar un linga a Sri Lanka para poder tener allí siempre la presencia de un dios. De esta forma, su reino sería invencible. Shiva accedió, pero le advirtió que no podía apoyarlo en el suelo en ningún momento durante el camino. Los otros dioses no estaban de acuerdo con eso y urdieron un plan. Varana, dios de las aguas, le provocó una gran necesidad de orinar. Ravana buscó la forma de no dejar en el suelo el linga, y entonces vio al sabio Narada (el de la historia de Omkareshwar, sí). Éste le sostuvo el linga, advirtiéndole de que pesaba mucho y él era muy débil. Ravana le aseguró que serían solo unos segundos, pero, aun así, cuando volvió se encontró el linga en el suelo. Ravana no pudo volverlo a levantar y tuvo que regresar a su reino sin él, pero en este lugar permaneció Shiva para siempre.

El templo se encuentra en la ciudad de Dehogar. Sin embargo, los acontecimientos se supone que ocurrieron más al norte, en Bihar, mientras que otros dos templos en diferentes estados más lejanos también reclaman ser los originales.

 

NAGESHWAR

La historia trata de una pareja de demonios, Daruka y Daruki, que vivían en un bosque de la costa oeste. Daruki, tiempo atrás, había conseguido don de la diosa Parvati, por el cual el bosque la acompañaría allá donde fuera. Así, éste se convertía en una especie de fortaleza en la que guarecerse, y aprovechando eso comenzaron a exterminar a los humanos. Los supervivientes, desesperados, acudieron a un sabio llamado Ourva para que maldijera a la pareja de demonios. Si cometían cualquier acto violento en la tierra, morirían. Los dioses se enteraron de eso y se aprovecharon. Atacaron a los demonios y estos se vieron acorralados: si no luchaban, los dioses los matarían, pero si lo hacían, morirían igualmente por la maldición de Ourva. Huyeron entonces al océano, donde el bosque les siguió también al fondo del mar. Desde allí mataban o secuestraban a los humanos que pasaban en barco. Uno de esos fue un hombre llamado Supriya, que en su prisión hizo un linga y comenzó a orar. Cuando los demonios lo vieron lo atacaron, pero Shiva se presentó y le dio un pashupata[6]―un arma divina de gran poder destructor― y con eso mató a muchos demonios. Sin embargo, la pareja fue perdonada por intervención de Parvati.

 

RAMESHWARA

En esta historia encontramos algunos protagonistas de los anteriores: el rey demonio Ravana y su asesino y encarnación de Vishnu; Rama. Ravana había secuestrado a Sita, la mujer de Rama, y la mantenía cautiva en su reino en Sri Lanka. Rama y su hermano fueron en su busca, pero no sabían cómo cruzar el mar para llegar. Mientras lo pensaban, Rama tuvo sed y pidió a unos monos que le trajeran agua, pero cuando estaba a punto de beber se dio cuenta de que debería rezar a Shiva antes. Hizo un linga con la arena de la playa y Shiva se presentó junto a Parvati. Rama les pidió que permanecieran siempre en ese lugar. En otras versiones, esto sucede tras rescatar a Sita y matar a Ravana, pidiéndole al dios expiar los pecados cometidos durante esa misión.

El templo está situado en una pequeña isla en medio del continente y Sri Lanka, y en su interior alberga dos lingas. Es el que se encuentra más al sur, y es especialmente venerado por los shivaístas.

 

GRISHNESHWAR O GUSHMESHWAR

En este caso, la historia tiene dos partes, y por cada una de ellas recibe un nombre diferente. En la primera, Shiva creó un lago para contentar a su esposa Parvati. Un día se encontraba mezclando el polvo rojo con el agua del lago para preparar la pasta que utilizan las mujeres casadas para decorar su frente con un punto (sindur). Ésta se convirtió en un linga y se llenó de luz. A partir de ese momento, el lugar recibió el nombre derivado de la palabra grisna, que significa «fricción con el pulgar»; la técnica con la que se hace la pasta. Pero más tarde fue a vivir allí un sacerdote llamado Sudharma y su esposa Sudeha. Ésta no podía tener hijos, pero, como el linaje debía continuar, convenció a su hermana Ghushmá para que concibiera un hijo con su marido. También le dijo que debía sumergir ciento un lingas en el lago para adorar a Shiva. Ghushmá tuvo un hijo y su hermana Sudeha, pese a haber sido ella quien se lo había pedido, tuvo envidia y lo mató. La madre del niño siguió sumergiendo los lingas en el lago y un día salió de él su hijo resucitado. Por eso, en honor a esa mujer, ese sitio se llama también Gushmeshwar.

Este templo se encuentra muy próximo a las cuevas de Ellora; los célebres templos excavados en la roca.

 


NOTAS

[1] Los demonios (asuras) protagonizan a menudo diferentes historias, pero no deben entenderse de la misma forma que en el cristianismo. Tanto ellos como los dioses (devas) son dos razas semejantes, pero diferenciadas en ciertos aspectos, que descienden de un patriarca común; Kashiapa, progenitor de la humanidad. A los asuras se los relaciona con la violencia y la ambición.

[2] Los Vedas son los cuatro textos en sánscrito más antiguos de la India, referentes a la religión védica (previa a la hinduista). Son anteriores a los Puranas.

[3] Los montes Vindhya son una antigua cordillera de la India central que separa el norte del sur y en la que se han encontrado importantes petroglifos y pinturas rupestres.

[4] El monte Meru es un escenario mítico habitual y común en varias creencias. En él, o en su área, residían los dioses.

[5] Rama es la encarnación más famosa de Vishnu. Una de sus historias más conocidas es la de cómo mató al demonio Ravana.

[6] No se explica en detalle qué son exactamente las pashupata astra, pero da a entender que son armas poderosísimas y que pueden ser de destrucción masiva.


BIBLIOGRAFÍA

  • DANIÉLOU, ALAIN:  El Shivaísmo y la tradición primordial. Barcelona. Ed. Kairós, 2006.
  • CHATURVEDI, B.K.: Shiv Purana. Nueva Delhi. Diamond Books, 2012.
  • SHASTRI, J.L.: «Shiva Purana, Vol. 1 & 2.». Ancient Indian tradition & mithology series. Nueva Delhi, 1970.

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Elías Viana, Marta: Los jyotirlingas: los doce templos sagrados de Shiva (26 de mayo de 2016), en La Misma Historia [Blog]. Recuperado en: https://lamismahistoria.es/jyotirlingas-templos-shiva/ [Consulta: fecha en que hayas accedido a esta entrada]

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