El combate hoplítico

Acostumbramos a visualizar al hoplita griego como un guerrero cubierto de bronce de los pies a la cabeza, sobre la que porta —cómo no— un brillante casco corintio con un colorido penacho al aire. El gran escudo (llamado aspis) y la larga lanza (dory) completan una imagen más que icónica.