Siendo motivo de discusión en la época, la figura de Lord Elgin (1766-1841) sigue creando controversia en la actualidad, pues no son pocas las voces que claman por la devolución de los mármoles del Partenón a Grecia; si bien es cierto que no fue el primero (ni mucho menos el último) que aprovechó la situación sociopolítica del momento para expoliar el patrimonio cultural de naciones en las que aún no se había creado el germen de la consciencia histórica. ¿Fue su actitud fruto de la época o ésta se debió simplemente a una motivación personal? Analicemos los hechos.

Thomas Bruce, por Anton Graff (c. 1788)
Thomas Bruce, por Anton Graff (c. 1788)

En 1799 el escocés Thomas Bruce, séptimo Conde de Elgin, fue nombrado embajador británico en Constantinopla, donde entabló amistad con Thomas Harrison, un arquitecto inglés de cierto renombre que había estudiado en Roma. Harrison se había encargado de la construcción de un edificio público en Chester basándose en la arquitectura griega clásica lo que propició el interés de Elgin sobre la situación de Grecia, por entonces bajo dominio turco. La relación de Gran Bretaña con el Imperio Otomano había cambiado drásticamente desde la alianza contra Francia para reconquistar Egipto, lo que ahora permitía a los británicos una mayor facilidad para estudiar las obras griegas in situ, máxime teniendo en cuenta que en 1798 se encarceló, y requisaron los bienes, a todos los franceses residentes en Grecia.

Convencido por tanto de la viabilidad de la empresa, Elgin se presentó ante el Gobierno británico instándoles a que enviasen a artistas ingleses de reconocido prestigio. Sin embargo la mayoría de ministros se negaron a respaldar económicamente el proyecto, por lo que el propio Elgin debió correr con los gastos de la expedición.

William Richard Hamilton (1777-1859).
William Richard Hamilton (1777-1859). Litografía de Richard James Lane (1851) sobre un retrato original de Henry Wyndham Phillips.

Se le encargó a William Richard Hamilton, por entonces secretario personal de Elgin, la misión de formar un equipo de trabajo. La relación de Hamilton con el mundo de las antigüedades no acabaría ahí, pues aparte de diplomático (entre otros cargos fue ministro en Nápoles en 1822-1825) con el tiempo llegó a ocupar puestos de importancia en la Sociedad de Dilettanti (Secretario de 1830 hasta su muerte en 1859) o en el Museo Británico (del que fue Comisario entre 1838 y 1858).

 

En Italia se reclutó a Giovanni Battista Lusieri, hasta entonces pintor del Rey Fernando I de Borbón y encargado de las antigüedades de Sicilia. Lusieri, al que apodaban Don Tita, era un delineante topográfico, muy conciso en sus dibujos, y de una calidad evidentemente más técnica que artística. Él sería el jefe del equipo que completarían Feodor Iwanovitch (delineante para figuras y escultura), los arquitectos Vincenzo Balestra y Sebastian Ittar y los formatori (modeladores) Bernardino Ledus y Vincenzo Rosati.

Tras conseguir permiso por parte del gobierno turco los seis artistas se establecieron en Atenas durante tres años. Así, se tomaron medidas, se hicieron planos y se dibujaron detalles de prácticamente todo monumento antiguo de Atenas, y además se hicieron moldes de la mayoría de los bajorrelieves. También se tomaron medidas en buena parte de la Grecia continental por parte de Ittar y se pintaron vistas de Atenas, las islas griegas y Constantinopla de mano de Lusieri, que lamentablemente se perdieron, en su mayoría, en el mar.

Esquina Sudeste del Partenón. Acuarela sobre papel (Lusieri, 1803)
Esquina Sudeste del Partenón. Acuarela sobre papel (Lusieri, 1803)

El trabajo, sin embargo, como bien sabemos, no se limitó a la recogida de datos sino que finalmente se optó por llevarse los objetos más representativos, lo que acabó creando una gran polémica. A este respecto Elgin y sus allegados (algo típico, por otra parte, de la mentalidad de la época) justifican el expolio de la Acrópolis haciendo referencia al lamentable estado en el que se encontraban muchos de los monumentos y a las nulas medidas de conservación aplicadas por los turcos, recordando que la Acrópolis había servido de polvorín durante la guerra entre turcos y venecianos y que mucho del mármol de la ciudadela había acabado usándose como mortero en las casas adyacentes.

Cariátide (c. 415 ANE) originalmente emplazada en el Erecteion, hoy día en el British Museum. Fuente: www.britishmuseum.org
Cariátide (c. 415 ANE) originalmente emplazada en el Erecteion, hoy día en el British Museum. Fuente: www.britishmuseum.org

Así, desde Julio de 1801 hasta 1805, fecha en la que se prohibieron las excavaciones y toda retirada de objetos, se desmanteló prácticamente la Acrópolis de Atenas. Entre los objetos más destacados que se llevó Elgin encontramos una docena de estatuas, cincuenta y seis placas del friso y quince metopas del Partenón, el friso del templo de Atenea Niké y una de las seis cariátides del Erecteion. Hunt, el capellán de Elgin, llegó incluso a proponer que se desmantelara totalmente el Erecteion para ser reconstruido en Inglaterra, algo que por suerte nunca llegó a ocurrir.

La búsqueda de objetos de colección, por cierto, no se limitó a los monumentos de época clásica, pues también se consiguió el permiso del Arzobispo para examinar el interior de todas las iglesias y conventos de Atenas y alrededores en busca de antigüedades.

Probablemente lo más curioso de todo es que pocos años después, en 1816 concretamente, Elgin se vió obligado a vender su colección de objetos griegos abrumado por las deudas, siendo éste el motivo por el cuál desde entonces, y hasta hoy día, los mármoles del Partenón se conserven en el British Museum.

 

Elgin Room, de Archibald Archer (1819)
Vista idealizada de la provisional Sala Elgin en el British Museum. Óleo sobre lienzo de Archibald Archer (1819)

 


BIBLIOGRAFÍA

  • Hamilton, W. R.; West, B.; Millin, A. L. y Moses, H. (1811): Memorandum on the subject of the Earl of Elgin’s pursuits in Greece. London (1811)
  • Hunt, P. y Smith, A. H. (1916): «Lord Elgin and His Collection” The Journal of Hellenic Studies, Vol. 36, pp. 163-372.
  • Hamilakis, Yannis (1999): “Stories from Exile: Fragments from the Cultural Biography of the Parthenon (or ‘Elgin’) Marbles”  World Archaeology Vol. 31 No. 2, The Cultural Biography of Objects, pp.303-320.

Si quieres utilizar este texto perteneciente a La Misma Historia, no olvides citarnos de la siguiente forma:

Cuesta Hernández, Alfonso: Lord Elgin en Grecia (17 de marzo de 2016) en La Misma Historia [Blog]. Recuperado en: https://lamismahistoria.es/lord-elgin-en-grecia/ [Consulta: fecha en que hayas accedido a esta entrada]

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